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26 noviembre 2012

EDITORIAL: América apagó el infierno pero no alcanzó. Pero no se va con las manos vacías... // América Toluca • Club de Fútbol América • Club América 2012

Una de las mejores muestras de fútbol del América en todo el año no alcanzó para avanzar a la final, pues la semifinal durá 180 minutos y no sólo 90, cosa que parece América nunca entendió, pues regalo 90 minutos en su propia casa y fue ahí, con su gente como testigo, que perdió la eliminatoria, no en "La Bombonera", no en ningún otro lado, fue en su casa. Ese pecado fue el que dejo fuera al América de la final, esa ansiada final que el americanista tanto necesita y tanto ha esperado.

América estaba haciendo la hazaña que nadie creía posible, aún con el 0-2 en la ida, América salió en "La Bombonera" a comerse al rival, a pelear cada pelota y sudar como no lo habían hecho en un rato. Fue Miguel Layún, el "culpable" de acercar al ave a la remontada, pues con un zapatazo, trás una gran asistencia de taquito de Sambueza, que venció a Talavera y poner el 1-2 en el global.

Después del primer gol, América seguía atacando, llegando y jugando en campo rival, pero como fue la tónica a lo largo del torneo, la definición frente al marco dejó mucho que desear y por si fuera poco, su hombre gol, el campeón de goleo, Christian Benítez, observaba el juego desde la banca. Pero tanta insistencia tendría su recompensa, con una gran asistencia de Paul Aguilar, Daniel Montenegro, quién estaba dando uno de sus mejores juegos desde que llegó a Coapa, se levantó y con la cabeza mandó el balón a guardar. El gol de Montenegro significó mucho, pues era el empate 2-2 en el global, era el gol que acercaba más al América a lograr la hazaña y con ese mismo gol, mando callar a un estadio entero, ese gol apagó el infierno de Toluca.

Parecía que América vendría de atrás y como guión de película saldría vencedor y avanzaría a la final, pero nunca contaron con que el balón ya no entraría más en la puerta de Talavera, no así en la puerta de Muñoz, quién fue vencido por Edgar Benítez, pero este gol sólo fue para la anécdota, pues para América todo seguía igual, solo necesitaba un gol para avanzar a la gran final de la Liga MX, un solo gol, un gol que nunca llegaría.

Al final, la hazaña nunca llegó, de poco sirvió que América venciera a sus fantasmas, pues ganó en una de las canchas que históricamente se le complican muchísimo, le ganó al líder en su propia casa y le anoto dos goles en el infierno a los diablos, cosa que hacía mucho no pasaba, pero todo esto de poco sirvió, pues América venció a sus fantasmas sí, pero no venció al que siempre ha sido su rival más grande de todos, a ellos mismos, pues el no aprovechar tu condición de local, el no aprovechar el apoyo de tu gente, que pintó el Azteca de amarillo, complica mucho avanzar en una liguilla, una liguilla que se gana por goles y que generalmente se definen en el partido de ida.

América exhibió una gran obra de arte en Toluca, una presentación digna de aplausos, que maquilla un poco el fracaso del torneo. Quizás "fracaso" sea una palabra muy fuerte, pero así fue, en América se gana el título o se fracasa, no hay más. Y debemos manejarlo así, sí es que este equipo quiere recuperar la grandeza de la que tanto hablamos.

Por otro lado, Herrera debe seguir, su proyecto va caminando, dos torneos y dos semifinales, poco a poco "El Piojo" está reviviendo a un equipo que le fue entregado en estado de coma.

Terminó el 2012 para el América, terminó otro año y tanto en Navidad, como en Año Nuevo, se brindaran con las mismas 11 (14) copas de siempre, pues las vitrinas del club siguen esperando la tan ansiada 12va (15va) copa que se ha negado en los últimos años.

Pero el año dejó algo positivo para las Águilas, América ganó algo, no se va con las manos vacías y ese algo quizás sea lo que lo impulse a conquistar la copa el próximo año, y ese algo fue la reconciliación con su gente, que volvió a creer, volvió a ver a un equipo dejando todo sobre el césped y por momentos, vio a un equipo que se acerca a lo que todos los americanistas quieren.

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