El América-Pumas, el Pumas-América, es uno de los partidos de mayor rivalidad en la Liga MX, uno de los partidos más esperados y más llamativos para propios y extraños.
El Estadio Olímpico Universitario es una cancha difícil para cualquier rival que se mete a enfrentar a Pumas, pero para el América es más que eso, es un territorio donde el amarillo de su camiseta está prohibido, por el fanatismo y falta de civismo del aficionado puma.
América se metía a CU, con 2 victorias consecutivas, con la moral elevada y con la confianza de su lado. Por otra parte, Pumas llegaba de ser goleado 5-0 la semana pasada, llegaba con toda la presión del mundo, con una crisis de fútbol y de resultados.
Bien dicen que los clásicos no se jugan, se ganan. Y quizás América sin ofrecer un gran fútbol, con pararse bien en el terreno de juego y aprovechar una de las oportunidades de gol que generó, le fue suficiente para derrotar a Pumas en casa propia.
América sumó 3 puntos, que por ser "robados" de CU, saben a auténtica gloria para la gente de América. Con esto se desencadenaron muchas cosas. Primeramente la calificación de las águilas a la liguilla aún con dos partidos más por jugar, la salida del DT de Pumas, Mario Carillo, quién fue despedido al finalizar el partido, aumentar la crisis de unos Pumas que no ven una y darle un tanque de moral, ánimo, orgullo y fuerza al aficionado americanista, que con la liguilla en puerta se ilusiona con levantar el trofeo de campeón una vez más.
Con una soberbia actuación de Daniel Montenegro, América consiguió la victoria. Con esa anotación, fuimos testigos del día en que CU calló.
América ya está en la liguilla, será un rival incómodo para cualquiera, todos quisieran evitar al América en dicha fase, pues el América sabe y está hecho para jugar liguillas. El Azteca pesará y quién sabe, quizás se podría vivir en unas semanas una nueva final más en el Cóloso de Santa Úrsula y, porque no, levantar una copa más.
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