Los años pasan volando y en este pasado 12 de Octubre, el América de México cumplió 96 años desde su fundación, y como ha venido siendo costumbre en los últimos años, no hay muchos motivos para celebrar. Pues no sólo hace un par de días se perdió contra el acérrimo rival en el mismísimo Estadio Azteca, sino que en la mesa no hay nuevas copas para brindar, pues ya pasaron 7 años desde la última vez que el conjunto amarillo levantó el trofeo de campeón con aquel recordado América de Cuauhtémoc Blanco, Claudio López, Kleber Boas y compañía.
El América, aunque duela aceptarlo, empieza a vivir más de lo que fue alguna vez, que de lo que ha sido en los últimos años, se comienza a vivir del recuerdo, de las leyendas pasadas, de las heroicas batallas de los 80´s, de la playera y del escudo mismo, de lo que fue y no de lo que es.
Pasan los años y este equipo sigue en la medianía, el aficionado, por más fiel que sea, lo empieza a notar, tanto es así, que el templo que fue construido para estar a reventar en cada juego, hoy en día luce prácticamente vacío cuando el América salta a la cancha.
Quizás la palabra crisis sea muy dura, pero para un equipo de la magnitud del América esa debe ser la palabra, pues no es un secreto para nadie que existe una crisis de resultados, pues como dice aquella frase que cada técnico, jugador o directivo que pasa por este equipo comenta, "Si el América no es campeón, es un fracaso" y si llevábamos estas palabras a los hechos, los últimos 7 años han sido fracasos para el América.
Pero creo que quizás me estoy olvidando del motivo más importante para celebrar un aniversario más, un tan importante que está a la par de la historia y de las leyendas que ya comentaba al principio, me refiero al americanista.
El americanista merece que se le festeje no cada año, sino en cada partido. El americanista debe ser reconocido pues ha aprendido a vivir con lo que representa ser aficionado de este equipo, ha aprendido a defenderlo como nadie, ha aguantar las burlas de todos, ha aprendido a estar en el ojo del húracan cada lunes en la escuela u oficina, ha decidido no cambiar a su equipo por nada y sobre todo, a pesar de todo y de todos, nunca ha olvidado lo que significa esta camiseta, este escudo y estos colores, tanto así que seguramente cualquier aficionado americanista, podría portar mejor este playera que muchos de los futbolistas que han pasado por Coapa en los últimos años, con más pena que gloria.
La historia y la afición del Club América, es el motivo de celebrar un año más de vida, pues los tiempos recientes no dan para más.
El centenario no luce lejos para las águilas, dentro de 4 años será esa fecha más que importante para cualquier club a nivel mundial, seguramente será una gran fiesta, el Azteca lucirá su mejor alfombra, el rival seguramente será de talla internacional, un Real Madrid o un Barcelona, los jugadores usarán los zapatos más modernos, los directivos sus trajes más caros, el dueño ni hablar, los aficionados derramarán orgullo y al finalizar habrá un gran banquete, uno en el que ojalá, por el bien de todos, tanto americanistas como antiamericanistas, el vino se sirva en nuevas copas.
El América, aunque duela aceptarlo, empieza a vivir más de lo que fue alguna vez, que de lo que ha sido en los últimos años, se comienza a vivir del recuerdo, de las leyendas pasadas, de las heroicas batallas de los 80´s, de la playera y del escudo mismo, de lo que fue y no de lo que es.
Pasan los años y este equipo sigue en la medianía, el aficionado, por más fiel que sea, lo empieza a notar, tanto es así, que el templo que fue construido para estar a reventar en cada juego, hoy en día luce prácticamente vacío cuando el América salta a la cancha.
Quizás la palabra crisis sea muy dura, pero para un equipo de la magnitud del América esa debe ser la palabra, pues no es un secreto para nadie que existe una crisis de resultados, pues como dice aquella frase que cada técnico, jugador o directivo que pasa por este equipo comenta, "Si el América no es campeón, es un fracaso" y si llevábamos estas palabras a los hechos, los últimos 7 años han sido fracasos para el América.
Pero creo que quizás me estoy olvidando del motivo más importante para celebrar un aniversario más, un tan importante que está a la par de la historia y de las leyendas que ya comentaba al principio, me refiero al americanista.
El americanista merece que se le festeje no cada año, sino en cada partido. El americanista debe ser reconocido pues ha aprendido a vivir con lo que representa ser aficionado de este equipo, ha aprendido a defenderlo como nadie, ha aguantar las burlas de todos, ha aprendido a estar en el ojo del húracan cada lunes en la escuela u oficina, ha decidido no cambiar a su equipo por nada y sobre todo, a pesar de todo y de todos, nunca ha olvidado lo que significa esta camiseta, este escudo y estos colores, tanto así que seguramente cualquier aficionado americanista, podría portar mejor este playera que muchos de los futbolistas que han pasado por Coapa en los últimos años, con más pena que gloria.
La historia y la afición del Club América, es el motivo de celebrar un año más de vida, pues los tiempos recientes no dan para más.
El centenario no luce lejos para las águilas, dentro de 4 años será esa fecha más que importante para cualquier club a nivel mundial, seguramente será una gran fiesta, el Azteca lucirá su mejor alfombra, el rival seguramente será de talla internacional, un Real Madrid o un Barcelona, los jugadores usarán los zapatos más modernos, los directivos sus trajes más caros, el dueño ni hablar, los aficionados derramarán orgullo y al finalizar habrá un gran banquete, uno en el que ojalá, por el bien de todos, tanto americanistas como antiamericanistas, el vino se sirva en nuevas copas.
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