La grandeza no se olvida. La jerarquía se mantiene. Nuestra casa es imbatible y nuestra portería es inviolable.
Memo Ochoa es el guardián de nuestra meta. Y ante él, no hay delantero que valga. En tus guantes, nuestra tradición.
Vengan, delanteros. Los estamos esperando.
Vamos, Vamos América.
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